Cuando por estos lares se habla de cine oriental, se comete
el grave error de que el grueso de la gente piense en un solo país enorme que solo hace pelis
de artes marciales o esas de terror clónicas (La Llamada, El Grito), cuando
en oriente hay varios países, cada uno con su estilo diferente.
Precisamente en Corea del Sur destaca un director por sobre
los demás, Park Chan – Wook, realizador de la llamada “trilogía de la venganza”,
compuesta por Oldboy, Symphaty for Mr. Vengnce y Lady Vengnce. Dicha trilogía destaca
por ser básicamente dramas, pero con un grado de violencia visual digno del
cine de Takashi Miike.
La película que nos ocupa hoy no dista de esa temática. Thirst trata sobre un cura que se
somete a un experimento medico, dando su cuerpo para que prueben la cura a una
enfermedad mortal. El religioso muere, pero revive a costa de irse convirtiendo
gradualmente en un vampiro. A medida que el cura comienza a transformarse, se
aleja de la religión, y se acerca de forma peligrosa a la bella esposa de su
amigo.
Como bien dije mas arriba, este film sigue la tónica de las
anteriores obras del director, así que los que esperen una película de vampiros
a la vieja escuela, más cercano a la Hammer (quienes esperen algo de vampiros a
la moda actual, dejen de leer el blog) se están equivocando de película. Acá vemos
como alguien se convierte en vampiro y como tiene que ir modificando su vida. Eso
no quita que allá lugar para las carnicerías y escenas sangrientas típicas de
Chan – Wook.
Pero esto no es todo. Como dice la parte final de la
sinopsis, el acercamiento del protagonista hacia una mujer prohibida abre un
arco argumental donde se explora las emociones del vampiro, el beneficio y maldición
que es en simultáneo ser alguien inmoral, con fuerza sobre humana, pero que
debe casi matar gente para sobrevivir.
Otro acierto de la película radica en su fotografía. Es notable
como a medida que avanza la historia toda la iluminación va tornándose oscura,
a pesar de haber varias escenas diurnas.
En conclusión, en tiempos de vampiros emos y películas que
insultan la inteligencia del espectador, Thirst
es una vuelta de tuerca en el buen sentido al gastado género de vampiros. Cualquiera
que allá disfrutado la obra Chan –Wook disfrutara con esta película, y quienes
nunca hayan visto nada del director coreano (prejuicios o desconocimiento)
tienen una buena oportunidad para conocerlo.
Un saludo desde la oscuridad.
Jorge Marchisio
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