viernes, 31 de enero de 2014

Que las hay, las hay


American Horror Story: Coven   






Esta semana acaba de terminar la última temporada de American Horror Story. Como suele suceder con la serie creada por Ryan Murphy, vimos una historia totalmente nueva a las anteriores. A mí en especial el tema de la brujería siempre me gusto, así que decidí darle una tercera oportunidad al ciclo para ver qué pasaba.

Zoe es una adolescente como cualquier otra, salvo con un pequeño detalle que hasta el momento desconoce: desciende y ella misma es una bruja. Adoptada por un aquelarre de hechiceras, Zoe se interiorizara en el mundo de la brujería. A la par que intenta descubrir sus poderes, también conocerá todo lo oculto detrás de algo que parecía un mito.

La verdad que la sinopsis me costó bastante hacerla. Si, a grandes rasgos pasa eso, pero como viene siendo algo común en el ciclo, no hay un solo protagonista, ni una única línea argumental, por lo que contar de que va la temporada puede ser bastante complicado.

Y acá me doy pie para arrancar con al critica. Y es que más que una marca de la casa, parece un lastre del que no se quieren desprender los guionistas. Está bien que toda serie tenga un par de líneas argumentales (si no sería un embole), pero siempre hay una que predomina a las otras, donde hay un protagonista definido y casi todo gira alrededor suyo. Bueno, en AHS nunca pasa eso, y al parecer estamos lejos de que pase.

Lo que es peor es que en esta temporada es donde más se marcó. En las anteriores había protagonistas definidos (la familia en la primera ocasión, Evan Peters y Sarah Paulson en la segunda). Bueno, acá parecía que íbamos a tener por fin a la bella Taisa Farmiga como principal, pero al tercer capítulo casi que daba igual si aparecía o no, siendo (otra vez), Jessica Lange la que se lleva las luces.

Y con esto se perdió una de las líneas argumentales más interesantes que había, que era la guerra entre brujas blancas y brujas vudú, con Madame LaLaurie en el medio. Dicho enfrentamiento jamás se dio, ya que se aliaron luego de que nos enteramos que se odiaban.

Y esa es otra marca registrada/cagada de la serie; la de abrir miles de arcos argumentales y no cerrarlos, o explicarlos a medias. Por suerte en esta temporada, pasó en mucho menor medida que las dos anteriores, pero siguió estando. Brujas vs vudú, brujas y vudú vs cazadores, ver quien era la suprema, pelea de egos entre las adolescentes, vecina santurrona asesina, mayordomo obsesionado con las muñecas, torturadora de negros convertida en inmortal. Todas esas cosas pasaron en tan solo trece episodios. Obviamente todo contado a las apuradas, con sub tramas sin terminar en forma concreta, o que se resolvía en dos episodios. Claro ejemplo de que a veces más es menos.

En cuanto al elenco también se lo volvió a desaprovechar. Ok, Jessica Lange es una gran actriz y a su edad esta atendible aun, pero no por eso tienen que focalizar toda la atención en ella. No cuando para esta temporada se anunció entre bombos y platillos la presencia de Kathy Bates, que resulto aparecer poco y con nula relevancia. Ni hablemos de como Taisa Farmiga paso de ser protagonista a una más, o Evan Peters a ser un extra.

Muchos dirán que todo esto pasaba antes, y seguramente tengan razón, pero las temporadas pasadas al menos a mí, me aburrieron entre tanta sub trama y tropecientos personajes innecesarios al grado que las deje a ver a mitad de año. Esta la termine de ver porque todo ese menjunje poco elaborado se dio en menor medida.

AHS: Coven fue mirable y punto. Tiene un par de cosas interesantes, pero ante semejante ensalada, se terminan perdiendo y haciendo que el espectador se las olvide.

Y American Horror Story como serie en sí, es un desperdicio de buenas intenciones. La idea de que cada temporada sea independiente y toque temas distintos es genial, pero cuando se quiere contar tanto, se termina abarcando poco y mareando al espectador.

Desde este humilde lugar, se piensa que quizás los guionistas deberían bajar sus pretensiones un poco, y contar algo más concreto y ya.


Un saludo dando vueltas sobre nada.



Nota: 5




Jorge Marchisio
Mi face
 

martes, 28 de enero de 2014

Atrapados en las montañas


El Resplandor  








Si bien se sabe El Resplandor es un clásico tremendo del cine de terror, también quienes leyeron el libro dicen que Kubrick se cago en la obra literaria a la hora de hacer la adaptación. Como me gustan las historias de King, y llevado por la curiosidad de dicha afirmación, decidí leer la novela.

Jack Torrance es lo que podría llamarse un perdedor nato. Con bastantes cualidades a favor, Jack desperdicia las oportunidades que le da la vida; por esto decide aceptar como sea el trabajo que le ofrece un amigo, cuidar el Hotel Overlook, situado en el estado de Colorado, en plena época invernal cuando el establecimiento cierra sus puertas. Jack ve en su trabajo una oportunidad para hacer dinero y reconstruir su relación con su esposa e hijo, que pende de un hilo.

Antes de seguir con la nota, aclaro que voy a nombrar y contar cosas de la trama de la película, así que si alguien no la vio, le aconsejo que deje de leer y la mire.

Lo primero que tengo que comentar, es que si, Kubrick a pesar de hacer un peliculón, se cago en el material original, y luego de leer la novela, es entendible la calentura que tenía King en su momento.

Pese a pertenecer al género del terror, la novela se adentra bastante en la relación de la familia Torrance, en especial como madre e hijo interactúan con el hombre de la casa.

Algo que se deja entrever en la película, el tema del alcoholismo de Jack, en la obra original es muy relevante. Ya que eso combinado con su tendencia a la violencia (que también apenas lo mencionan) es clave a la hora de entender cómo funciona la familia Torrance.

Jack es un escritor fracasado, que pego una publicación hace muchos años y jamás pudo conseguir un logro igual. Cuando Danny estropea una obra en proceso, un borracho Jack lo golpea y le quiebra un brazo. Imaginen una persona así, aislada del mundo encerrado con su familia, y con abstinencia de alcohol. Sí, no hace falta poner un hotel sobrenatural para tener a un demente psicópata y una familia temerosa.

De todas formas el hotel es otro personaje más en la obra literaria. A lo largo del libro nos vamos enterando los muchos accidentes y asesinatos que se cometieron en la posada. Como si el lugar estuviera maldito y todos sus huéspedes pasajeros vivieran destinados a correr peligro. El hotel se vuelve por sí mismo un ente maligno que pareciera alimentarse esporádicamente de almas, algo que en el film no queda muy claro del todo.

Otro factor importante del libro, es el propio resplandor (aunque se lo menciona como “esplendor”). En la película pareciera que solo Danny y el cocinero del hotel lo tienen, mientras que en la novela, Hallorann le comenta al niño que es un don que poseen varias personas en el mundo, nada más que el poder de esplandecer varía entre quienes los tienen.

Con todos estos condimentos, imagínense una novela de seiscientos cincuenta hojas. Es entendible que el libro pudiera explicar mucho mejor algunos temas que en el film solo se intuían.

Cabe destacar como dato curioso, que los mejores pasajes del libro, ni figuran en la película (tranquilos, no los voy a contar). Y que los mejores tramos del film, fueron inventos de los guionistas; olvídense de ver a dos gemelas malvadas, ascensores que escupen hectolitros de sangre, o un laberinto de césped.

Pese a su extensa duración, la novela se hace rápida a la lectura. En esto King es un verdadero maestro, ya que al no dar demasiadas vueltas en descripciones innecesarias, o ponerse rimbombante con el uso de las palabras, hace que la trama avance de forma ligera y natural, atrapando al lector casi a la segunda hoja.

El Resplandor es un muy buen libro, de terror. Pero también aborda las relaciones entre un padre violento y su sufrida familia. Como suelen hacer las grandes obras, usan un contexto de género para hablar sobre un tema que a priori parece que no tiene nada que ver. Solo queda en el lector poder captarlo.



Un saludo viendo cosas que los demás no.



Nota: 9


Jorge Marchisio
Mi face Yorsh A. Romero

viernes, 24 de enero de 2014

La gran estafa moderna


Escandalo Americano   




Y por fin salió una de las películas más esperadas del verano. No sé si esperada porque en realidad había ganas de verla (en mi caso sí), o porque tiene tropecientas nominaciones a los Oscar, cosa que siempre da curiosidad. Como sea, estamos ante un nuevo film del nene mimado de Hollywood, David O. Russell, y eso sí que llama la atención.

Irving y Sydney son la pareja perfecta: se entienden de memoria, se quieren, comparten gustos, y juntos son unos hábiles estafadores de bajo perfil. Todo cambia cuando Richie, un agente del FBI los extorsiona para que le entreguen a cuatro corruptos o estafadores a cambio de que se eviten la cárcel. El objetivo a entregar es Carmine Polito, político local. Pero el ego de todos, así como la lealtad entre sí, y la boca floja de la esposa de Irving pueden hacer tambalear toda la operación.

Ya de por si la película generaba muchas expectativas. Siempre el tema de las estafas es interesante, y más aún cuando se cuenta con un reparto lleno de actorazos, y que mejor aún, están todos de moda. Pero esto también es un arma de doble filo, porque los productores piensan que por poner caras conocidas ya está, y se olvidan de contar algo. Por suerte esta no es la ocasión, en gran medida.

Algo que suele sucederme con el cine de Russell es que sus películas me gustan, pero hasta ahí. Todas las que vi suyas me gustaron pero ninguna me voló la cabeza. Eso y siento que sus epílogos suelen ser bastante forzados, como si no supiera como terminar el relato y tira de los clichés.

Bueno, acá eso por desgracia se mantiene, la película tiene un buen ritmo, pero quienes vieron films de estafas, podrán adivinar el final casi media hora antes. Y en un género donde gran parte de la gracia es que el espectador sea sorprendido, que pase esto es una gran cagada.

Pero, por suerte ahí está el reparto. Y es que además de ser todas caras bonitas y conocidas, los cinco actores principales son muy buenos, y es gracias a ellos que se sostiene la película, en especial por Christian Bale.

El ex Batman se echa TODA la peli a sus espaldas. En un papel bastante medido, sin mucho histrionismo, pero sabiendo manejarse (y manejar su peso), Bale logra uno de sus mejores roles. Quizás de a ratos recuerde al De Niro de Casino, pero al menos para mí, eso fue algo bueno.

El resto del elenco está a la altura. La archí de moda Jennifer Lawrence se come el film en las pocas escenas donde sale (atención cuando baila). Lejos de esa mujer de carácter que suele mostrar, acá la vemos haciendo de una boba y malco ama de casa que vive metiendo la pata. Adams y Cooper están bastante bien en sus papeles. Lástima que a Renner no le dieran más minutos en pantalla, su personaje o merecía.

A esto hay que sumarle la magistral construcción de personajes que se hace. Si, son todos estafadores y ventajeros. Pero cuando Russell nos los muestra en la soledad de la intimidad, vemos lo patéticos que son pese a que se muestran como ganadores. El mejor caso es el del personaje de Cooper, quien aún vive con su madre y come en el baño para no tener que verla.

Y en estos casos de un elenco de estrellas, es fundamental que el espectador sienta que hay quimia entre ellos, y por suerte la hay. Por eso digo que este es el mayor logro de Russell.

A nivel historia la peli está bien. Eso sí, la sombra de Scorsese se hace muuuuuuy larga en esta ocasión, algo que para los fanáticos del neoyorquino es algo que nos gustó, pero si no se es muy fan del cine de Martin, quizás no termine de gustar la peli (como le paso al amigo con el que fui). Y como dije, si uno tiene bastante cine en cima, podrá ir adivinando los golpes que tiene la película, cosa que le resta bastantes puntos.

Ya sabemos que todo el tema de los premios es mitad mérito y mitad el lobby que se le haga a la película en cuestión (aunque a veces se hace justicia como en el caso de Avatar). Y este es un buen ejemplo que miles de nominaciones son aseguran nada.

Escandalo Americano es una buena película, bastante mejor que el promedio del cine yanqui que nos llega, pero tampoco es la maravilla que mucha critica dice que es, ni tampoco justifica tanto premio cosechado o nominado, no cuando en cines aun esta esa maravilla que es El Lobo de Wall Street.



Un saludo estafando a mi esposa con Amy Adams.



Nota:6



Jorge Marchisio
Mi face  Yorsh A. Romero