martes, 30 de septiembre de 2014

Misión recargada


Comando Especial 2    





Cuando salió 21 Jump Street (nombre original de estas películas) todos pensamos que iba a ser una peli del montón que re visionaba una serie de culto de hace décadas, como ya había pasado por ejemplo, con Starsky & Hutch. Lejos de eso, nos encontramos con un film que mezclaba a la perfección el humor (físico y de dialogo) con escenas de acción. La sorpresa fue tan grande que la secuela no se hizo esperar.

Luego del éxito de la anterior misión, Schmidt y Jenko son re asignados a una operación exactamente igual. Ahora deberán infiltrarse en una universidad para encontrar al fabricante y distribuidor de una droga asesina. Pese a que ya tienen experiencia en esto, la pareja de policías vera puesta a prueba la fidelidad y amistad que tienen entre sí, mientras terminan de definir sus personalidades y qué clase de policías quieren ser.

Las secuelas de comedias son un tema complicado. Ahí tenemos las insípidas predecesoras de la original y divertida ¿Qué Paso Ayer? Donde además de repetir la fórmula, la perdida de gracia y frescura era evidente. Pero, como parece una obligación en Hollywood, película que triunfa termina siendo una trilogía, así que no nos extraño que nos dieran una continuación a Comando Especial.

Uno de los mayores miedos que teníamos todos los que nos reímos con la primera, es que calquen la formula apostando a lo obvio. Por lo que se ve en la sinopsis, esto se hizo efectivo, pero por alguna razón no es malo. Todo lo contrario, esta peli supera a su antecesora pese a calcar todo.

Una de las virtudes de la primera entrega fe la química natural que tienen Hill y Tatum. Si bien este último no es comediante, parece haber encontrado su género, además que transmite junto con el gordito, que llevaran décadas filmando juntos y que se entienden de memoria. Esta relación de frescura, se mantiene en esta entrega y se siente en la pantalla, lo que da ya risas por asegurado.

Si bien el humor físico sigue estando, en particular el que nos muestra como contrapunto a un ágil Jenko y un torpe Schmidt, el fuerte de esta saga parece ser que está en los diálogos. Todas las conversaciones o cosas que dicen los personajes se sienten naturales, como si fueran personas y no personajes. Esto es todo un logro por parte de los guionistas que saben captar el mundo pre adolescente en el que se maneja el film, y no limitando los chistes a caídas, o lo básico de pedos y caca.

Obviamente si esto pasa también es gracias a Hill y Tatum. Como ya dije, la química sigue estado, y a Tatum se lo ve mucho más cómodo y suelto en este rol, mientras que Hill sigue demostrando lo versátil y gracioso que es.

A esto hay que sumarle a Ice Cube que tiene mucho más protagonismo y tiempo en pantalla. De hecho sus cabreos (uno en particular) fue lo mas gracioso de la película, al grado de que en la sala donde estaba muchos aplaudieron.

Otra virtud del film es que constantemente se ríe de sí mismo. Es como si rompieran la cuarta pared (que sería la pantalla) y supieran que están dentro de una película. Los chistes en base al film, a que será una trilogía y a la anterior película son constantes y todo un acierto de nuevo de los guionistas. De hecho los créditos finales lejos están de ser meros nombres que aparecen, y vale la pena quedarse los diez minutos que duran.

La tercera parte de la saga ya está confirmada y saldrá en un par de años. Ojala que sepan mantener lo bueno que vienen haciendo hasta ahora; pero el miedo a que se repitan a sí mismos cansando siempre esta.

Pero para eso falta, así que por ahora vayan al cine a disfrutar de lo que es la mejor comedia del año casi sin discusión alguna.



Un saludo infiltrándome con amigos.



Nota: 8



Jorge Marchisio

viernes, 26 de septiembre de 2014

Abre tu cerebro


Lucy





Luc Besson ya es una marca en si mismo. Si bien atrás dejo su época haciendo films de culto como El Perfecto Asesino o El Quinto Elemento, las pelis en las que se involucra (ya sea dirigiendo o produciendo) son como mínimo entretenidas. Si a esto le sumamos que como protagonista al yeguon de Scarlet Johansson, el interés en el film era obvio.

Lucy es el prototipo de rubia linda y manipulable. Haciéndole un favor a su novio, termina convirtiéndose sin querer en camello de un traficante de droga japonés. Luego de un incidente, la bolsa con la droga experimental que llevaba en su estomago explota, llenándole el sistema de una sustancia poco probada y sintética. El cerebro de Lucy reaccionara de forma inesperada.

Con solo leer la sinopsis se nota pareciera que tenemos en frente un disparate de los grandes made in Besson, y en parte lo es, pero por otro lado, y para desgracia de la peli, no.

Estamos ante esa clase de de pelis que están claramente dividida en dos, y que se nota esa división. Esto no seria malo si ambas partes funcionaran en conjunto, como pasa por ejemplo con Del Crepúsculo al Amanecer. Pero acá no pegan ni con moco.

Por un lado tenemos todo el tema de las drogas, como Lucy es usada como mula humana para contrabandear, su incidente y como a través de la sustancia química su cerebro empieza a usar el 100% de su capacidad. Esto no se da de forma inmediata, a medida que avanza la trama, el cerebro va aumentando su capacidad de uso y el personaje descubre que con esto, adquiere poderes para controlar su cuerpo y el de los demás.

Hasta ahí perfecto, es un chifle divertido, para pasar el rato y reírse de lo poco que se toma en serio la peli a si misma. Pero llegan los cagadores veinte minutos finales.

Cuando Lucy esta cera de ese 100%, el film da un giro y se pone existencial, sobre la creación del universo, el lugar que ocupa el hombre en el, y como poder dejar algo que perdure en el tiempo
.
La peli en este tramo se acerca peligrosamente a lo visto en ese despropósito que vimos este año, llamado Trascendence. Traducido, el film se encarga de auto tirarse abajo al ponerse demasiado filosófico y trascendente para con el tema de la creación, chocando directamente con lo ofrecido anteriormente, y desconcertando al espectador que no sabe si ponerse serio o seguir riéndose con lo que ofrecía la peli.

Y las cagadas de Besson como guionista no terminan acá. Tanto Lucy como los personajes secundarios (el policía y Morgan Freeman), tienen nulo desarrollo a nivel de personajes. Nunca entendemos sus motivaciones, de donde vienen, a donde quieren llegar. Y cuando se nos dice a que apuntan, lo dicen explícitamente en una línea de dialogo, para que quede clarito. La verdad que viniendo de un director con cierto nombre, asombra tanta paja a la hora de trabajar en el guion.

Eso sí, visualmente el film es excelente. Se agradece que no se quiera explotar un innecesario 3D y la cosa quede en formato normal. Pero los efectos especiales son un lujo y de lejos lo mejor de la peli.

Lástima que los actores no tienen mucho de donde agarrarse, porque talento tienen. Por ejemplo, a la Johansson recientemente la vimos en Under the Skin, con un personaje apenas trabajado, pero que pudo aprovechar. Acá no tiene de donde rascar.

Lucy por desgracia un film del montón, cuando bien podría haber sido como mínimo una buena película. Pero la negligencia de Besson a la hora de escribir el guion, tira abajo todo lo prometedor que tiene la peli, y nos termina dando un producto para ver y olvidarse a los dos o tres días.




Un saludo probando maneras de ampliar el uso de mi cerebro.



Nota: 5,5


Jorge Marchisio