Una de las series mas esperadas del año pasado fue sin dudas
Alcatraz. Producida por el ya archí
conocido padre de Lost, J. J.
Abrams.
La trama gira en torno al cierre de Alcatraz en el 63. Dicho
cierre no se debe a alguna fuga o el fin del uso de la isla, sino que todos los
presos y la gran mayoría de los carceleros desaparecieron sin dejar rastro. En
el tiempo presente, la joven y talentosa
detective Rebecca Madsen se encuentra investigando al asesino de su compañero,
dicha investigación lleva a que su camino se cruce con Emerson Hauser, único guardia
cárcel de Alcatraz que no desapareció. A ellos se les une el Dr. Soto, los tres
deben detener y apresar a los ahora aparecidos convictos de LA Roca, que regresan con la
misma edad con la que se fueron, junto con un instinto asesino potenciado y en
búsqueda inconsciente de determinados objetos.
Si la sinopsis sonaba interesante, hay que sumarle el nombre
de J. J. Abrams al conjunto. Esto nos remite a los obligados viajes en el
tiempo y demás chifles mentales característicos del productor y director. Pero
no todo lo que brilla es oro, venga de la mano que venga.
El tema de frenar asesinos de hace 50 años resultaba interesante, el problema se dio cuando capitulo tras capitulo, se veía siempre lo mismo. Incluso el patrón de los episodios era calcado uno al otro: se presenta al aparecido matando de la misma forma freak que tenia cinco décadas atrás, el Dr. Soto en su especie de baticueva leía o veía algún registro de dicho crimen y se daba cuenta que era uno de los 63 (apodo que se le dio a los desaparecidos) y empezaba la investigación. A lo largo del capitulo se intercalaba la historia del ex preso en su estancia en Alcatraz con su persecución actual, hasta que lo detenían antes de que mate de nuevo u obtenga el objeto que inconscientemente buscaba.
A la repetición casi mecánica de los episodios se le suma
una casi nula progresión dramática del arco argumental general de la historia. Podían
pasar tres capítulos donde la trama principal apenas era tocada de refilón gracias
a los ya citados flashbacks.
En cuanto a los actores, poco que decir. Sam Neil haciendo
el papel de bueno/malo que maneja casi de memoria, Jorge García siguiendo en la
tónica de su archí conocido Hurley, y la hermosa Sarah Jones, bueno, que decir,
además de la preciosa cara de muñeca que tiene y sus dos grandes razones, poco
tiene que ofrecer como actriz, mas en la actualidad de las series donde hasta
las tiras mas bobas cuentan con interpretaciones de alto calibre.
La cadena FOX (productora y emisora original) hace pocos días
confirmo el rumor que circulaba en internet,
sentenciando a la serie a ser cancelada.
Y viendo el panorama de las tiras semanales en USA no es
para sorprenderse. Si la serie no avanzaba argumentalmente, sus episodios auto
conclusivos se repetían constantemente (Dr. House también lo hace, pero cuenta
con un personaje ultra carismático), sumándole a actuaciones poco destacables y
los costos de producción para realizar un ciclo policial y con recreaciones
temporales en los 60, cualquier productor pensaría dos veces en seguir dándole
luz verde. Y al coctel hay que agregarle una caída de audiencia estrepitosa, era
obvio que el proyecto de Abrams tenía los días contados.
Los amantes de los policiales y la ciencia ficción nos
sentimos frustrados por lo fallida de la serie, y solo esperamos que el creador
de Fringe tenga mejor ojo para su próximo
producto.
Un saludo siendo repetitivo y monótono.
Jorge Marchisio
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