viernes, 11 de mayo de 2012

Desaparecidos de la pantalla

Alcatraz   





 

Una de las series mas esperadas del año pasado fue sin dudas Alcatraz. Producida por el ya archí conocido padre de Lost, J. J. Abrams.

La trama gira en torno al cierre de Alcatraz en el 63. Dicho cierre no se debe a alguna fuga o el fin del uso de la isla, sino que todos los presos y la gran mayoría de los carceleros desaparecieron sin dejar rastro. En el tiempo presente, la joven y talentosa  detective Rebecca Madsen se encuentra investigando al asesino de su compañero, dicha investigación lleva a que su camino se cruce con Emerson Hauser, único guardia cárcel de Alcatraz que no desapareció. A ellos se les une el Dr. Soto, los tres deben detener y apresar a los ahora aparecidos  convictos de LA Roca, que regresan con la misma edad con la que se fueron, junto con un instinto asesino potenciado y en búsqueda inconsciente de determinados objetos.

Si la sinopsis sonaba interesante, hay que sumarle el nombre de J. J. Abrams al conjunto. Esto nos remite a los obligados viajes en el tiempo y demás chifles mentales característicos del productor y director. Pero no todo lo que brilla es oro, venga de la mano que venga.

El tema de frenar asesinos de hace 50 años resultaba interesante, el problema se dio cuando capitulo tras capitulo, se veía siempre lo mismo. Incluso el patrón de los episodios era calcado uno al otro: se presenta al aparecido matando de la misma forma freak que tenia cinco décadas atrás, el Dr. Soto en su especie de baticueva leía o veía algún registro de dicho crimen y se daba cuenta que era uno de los 63 (apodo que se le dio a los desaparecidos) y empezaba la investigación. A lo largo del capitulo se intercalaba la historia del ex preso en su estancia en Alcatraz con su persecución actual, hasta que lo detenían antes de que mate de nuevo u obtenga el objeto que inconscientemente buscaba. 

A la repetición casi mecánica de los episodios se le suma una casi nula progresión dramática del arco argumental general de la historia. Podían pasar tres capítulos donde la trama principal apenas era tocada de refilón gracias a los ya citados flashbacks.

En cuanto a los actores, poco que decir. Sam Neil haciendo el papel de bueno/malo que maneja casi de memoria, Jorge García siguiendo en la tónica de su archí conocido Hurley, y la hermosa Sarah Jones, bueno, que decir, además de la preciosa cara de muñeca que tiene y sus dos grandes razones, poco tiene que ofrecer como actriz, mas en la actualidad de las series donde hasta las tiras mas bobas cuentan con interpretaciones de alto calibre.

La cadena FOX (productora y emisora original) hace pocos días confirmo el rumor que  circulaba en internet, sentenciando a la serie a ser cancelada.

Y viendo el panorama de las tiras semanales en USA no es para sorprenderse. Si la serie no avanzaba argumentalmente, sus episodios auto conclusivos se repetían constantemente (Dr. House también lo hace, pero cuenta con un personaje ultra carismático), sumándole a actuaciones poco destacables y los costos de producción para realizar un ciclo policial y con recreaciones temporales en los 60, cualquier productor pensaría dos veces en seguir dándole luz verde. Y al coctel hay que agregarle una caída de audiencia estrepitosa, era obvio que el proyecto de Abrams tenía los días contados.

Los amantes de los policiales y la ciencia ficción nos sentimos frustrados por lo fallida de la serie, y solo esperamos que el creador de Fringe tenga mejor ojo para su próximo producto.

Un saludo siendo repetitivo y monótono.

Jorge Marchisio
Mi face Yorsh A. Romero

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