sábado, 5 de mayo de 2012

Solo cura el insomnio


Un Método Peligroso


 
Admito que inicialmente esta película no me interesaba. A pesar de declararme fan incondicional del cine de Cronenberg, todo lo que involucre psicología me parece tremendamente aburrido.

Pero, unos amigos me dijeron que el film no iba sobre psicología, sino que era un thriller, en particular el triangulo amoroso entre ambos doctores y su sensual paciente. No sé que película habrán visto quienes me la recomendaron, pero nada más lejos de la realidad.

El film es un drama, centrado en la vida del joven y ascendente Doctor Jung, quien creció admirando el trabajo de Freud. A su clínica llega una paciente nueva, Sabina Spielrein, quien posee trastornos sexuales, pero aun esta a tiempo de curar su patología. Entre medico y paciente empieza una bizarra relación, a la ves que Jung empieza a entablar una tirante amistad con su admirado maestro.

Quien lee la sinopsis pensara “relaciones sexuales extrañas, amistades que penden de un hilo, la transformación interna de alguien, esto es ideal para Cronenberg”. La lamentable verdad es que a pesar de lo prometedor que puede sonar el coctel, la película hace agua por casi todos lados.

Primero voy criticar la falsa promoción que se le dio al film, esta película NO ES SOBRE FREUD, no se deje engañar querido lector. El protagonista absoluto es Jung interpretado por Fassbender. Quienes quieran ver a Viggo Mortensen haciendo del psicólogo por excelencia, se sentirán defraudados ya que en tiempo real, su personaje sale entre veinte minutos y media hora a lo largo del metraje.

De todas formas Michael Fassbender es un buen actor que logra cargar con el peso absoluto de la historia. Mortensen con sus pequeñas apariciones entrega un Freud solido (lastima que salga tan poco). Incluso Vincent Cassel con su breve aporte entrega  una buena interpretación. Pero la hermosa Keira Knightley no esta a la altura de sus compañeros de reparto, y es que siendo sinceros, la actriz de Piratas del Caribe tiene uno de los rostros mas bellos de la actualidad, pero como actriz deja bastante que desear, y se evidencia cuando la ponen ante semejante actores y en un papel donde debe demostrar todos sus dotes actorales y no virtudes físicas.

Otro problema que le veo a la realización es la poca tensión narrativa que tiene. En ningún momento el director juega con la relación sexual entre medico y paciente. Tampoco se ve un duelo dialectico entre ambos profesores, ni una discusión verborragia en un hospital o bar, el distanciamiento entre ambos se limita a un par de chicanas que se lanzan vía cartas leídas en voz en off. Parece que la propia historia nunca se decide a despegar, todo esta en una planicie bastante soporífera.

Pero lo que al menos yo no le perdono a esta película es lo carente de identidad que es. La mayoría de la gente sabe que cuando va a ver x película de determinado director conocido, se va a encontrar con cosas que son comunes en la filmografía del realizador. Son contados los casos donde esto no pasa, y estamos ante uno de ellos. Cronenberg tiene un estilo definido, donde sus protagonistas sufren un drástico cambio a lo largo del relato, ya sea físico o mental, y en muchos casos de ambos tipos. Siempre en sus films aparecen signos de sexualidad de forma un poco extraña. Pero en esta ocasión nada de eso se ve, si bien Jung sufre internamente por su particular relación con Spielrein, nunca padece un cambio. Y ni hablemos de las escasas escenas de sexo entre ambos, quedándose en lo superficial, a pesar de la excitación de ella por los golpes, solo se ven unas simples nalgadas, como si el mismo director se estuviera auto censurando, algo casi inexplicable sabiendo quien es y que otros films hizo.

Seguramente muchos se acercaran al film ya sea porque les gusta la psicología, o porque la dirige Cronenberg. Y lamentablemente ambos se sentirán, porque de psicología hay muy poco, y la película la podría haber dirigido yo, mi vieja o Juan Pérez que no se notaba la diferencia.

Un saludo buscando al director.

Jorge Marchisio
Mi face Yorsh A. Romero

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