RoboCop
Creo que no hay persona en el mundo (bueno, en realidad uno
de mis amigos sí) que no viera o sepa quién es RoboCop. Clásico indiscutido de
los 80 que marco a una generación de gente que ahora rondamos los treinta años,
todos quedamos fascinados al ver a esa especie de tanque humano que combatía el
crimen del lado de los policías. Y es por esto que todos hicimos un sonoro
facepalm cuando nos enteramos que se venía una remake; pero, a las películas
hay que juzgarlas después que verlas.
Alex Murphy es un correcto policía de Ditroit. Su investigación
hacia un mafioso local lo lleva a sospechar que algunos de sus colegas de la
comisaria están sucios, pero cuando está a punto de develar el caso, su compañero
es herido y el sufre un atentado que lo deja con el cuerpo destruido. La
empresa armamentística OmniCorp intenta poner a sus robots como policías, pero
las leyes se lo prohíben, pero al ver el estado de Murphy, ven la solución perfecta:
meter un policía humano dentro de una máquina.
Antes de arrancar, voy a decir que estoy en contra del
ridiculo pensamiento que no hay que comparar original con remake. Si, las pelis
tienen que ser juzgadas por lo que son en sí, pero si los productores se están metiendo
con films viejos (y clásicos), es obvio que todos tendremos siempre presente a
la primera película. Pasa lo mismo cuando se hace un cover de un tema, la comparación
con el original siempre estará.
Y ojo, quienes me conocen saben que no soy de odiar los
remakes solo por fanboy. De hecho el año pasado quede fascinado con la nueva versión
de Evil Dead, que para mí no tiene
mucho que envidiarle a la obra de Raimi.
Pero este no es el caso, y es que la película se cae por
mérito propio. No digo que sea una mierda, pero tampoco es buena. Es como cenar
galletitas de agua, con un vaso de agua, ósea, al nada misma.
Se parte de una buena idea que es la de no copiar plano a
plano el film original, o no calcar la historia pero con la tecnología actual. Hasta
ahí bien, pero el mayor problema de la película es la restricción de edad. La peli
del 87 era para mayores de 18 años, y encima filmada por Verhoeven; solo basta
recordar la brutal matanza que sufre Murphy al inicio de la película para
entender de lo que hablo; o las acidas críticas a la sociedad. En cambio ahora
estamos ante una peli apta para mayores de 13 años, así que olvídense de ser
violencia explícita o demasiada critica elaborada.
Digo elaborada, porque por suerte la dejaron. Los palos para
las políticas empresariales que solo buscan lucrar en lugar de importarles el
factor humano, siguen estando; mientras que la crítica a la sociedad fue
reemplazada por una mirada corrosiva hacia el mundo del periodismo y la manipulación
de la información. En este sentido, fue un total acierto por parte de los
guionistas, si no, hubiéramos estado ante una peli de acción del montón.
Lo otro que salva al film del incendio son los actores. El trio
Jackson, Oldman y Keaton sacan la cara en un reparto bastante mediocre. Sabemos
que Samuel Jackson no le hace asco a nada y un día lo veremos saliendo en la
propaganda de Manaos, pero acá le clavaron un personaje perfecto para su verborragia
vocal, haciendo del presentador de un noticiero manipulador de datos y
tendencioso (como los de acá). Oldman es quien crea a RoboCop, y es la parte
humana de la empresa; en un trabajo bastante medido, uno empatiza con sus
opiniones casi de entrada. Mientras que Keaton corre el mismo camino de
Jackson, le dieron un personaje para que su histrionismo de resultado, y
funciono. El resto del elenco cumple y listo.
Mención aparte para Jose Padilja. Si le tenía un mínimo de
fe a esta película, era porque este hombre dirigió las geniales Tropa de Elite 1 y 2. Bueno, bastante pedorro su primera paso en Hollywood. No sé si será
porque lo controlaron bastante, o porque de verdad solo le importaba pasar por
caja y ya, pero su dirección me pareció penosa. Mención aparte a un tiroteo que
es clave en la trama, y donde solo vemos fogonazos y el visor de RoboCop,
porque el resto pasa en la oscuridad. LAMENTABLE.
RoboCop muestra
las dos caras del remake en una misma película. Por un lado, el intento de
hacer algo nuevo sin ir a lo seguro de copiar al original. Pero también muestra
una industria del cine yanqui bastante mojigata que no se arriesga a mostrar un
brazo desmembrado o criticar demasiad, solo para que el film sea apto para todo
público.
Remakes así son los que hacen pensar a uno que para hacer
pedorradas como esta, mejor haber invertido la plata en otra cosa.
Un saludo extrañando mi Nokia 1100.
Nota: 4
Jorge Marchisio
Mi face Yorsh A. Romero
Mi face Yorsh A. Romero
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