viernes, 21 de febrero de 2014

Cuando modernizar no es sinónimo de bueno


RoboCop



Creo que no hay persona en el mundo (bueno, en realidad uno de mis amigos sí) que no viera o sepa quién es RoboCop. Clásico indiscutido de los 80 que marco a una generación de gente que ahora rondamos los treinta años, todos quedamos fascinados al ver a esa especie de tanque humano que combatía el crimen del lado de los policías. Y es por esto que todos hicimos un sonoro facepalm cuando nos enteramos que se venía una remake; pero, a las películas hay que juzgarlas después que verlas.

Alex Murphy es un correcto policía de Ditroit. Su investigación hacia un mafioso local lo lleva a sospechar que algunos de sus colegas de la comisaria están sucios, pero cuando está a punto de develar el caso, su compañero es herido y el sufre un atentado que lo deja con el cuerpo destruido. La empresa armamentística OmniCorp intenta poner a sus robots como policías, pero las leyes se lo prohíben, pero al ver el estado de Murphy, ven la solución perfecta: meter un policía humano dentro de una máquina.

Antes de arrancar, voy a decir que estoy en contra del ridiculo pensamiento que no hay que comparar original con remake. Si, las pelis tienen que ser juzgadas por lo que son en sí, pero si los productores se están metiendo con films viejos (y clásicos), es obvio que todos tendremos siempre presente a la primera película. Pasa lo mismo cuando se hace un cover de un tema, la comparación con el original siempre estará.

Y ojo, quienes me conocen saben que no soy de odiar los remakes solo por fanboy. De hecho el año pasado quede fascinado con la nueva versión de Evil Dead, que para mí no tiene mucho que envidiarle a la obra de Raimi.

Pero este no es el caso, y es que la película se cae por mérito propio. No digo que sea una mierda, pero tampoco es buena. Es como cenar galletitas de agua, con un vaso de agua, ósea, al nada misma.
Se parte de una buena idea que es la de no copiar plano a plano el film original, o no calcar la historia pero con la tecnología actual. Hasta ahí bien, pero el mayor problema de la película es la restricción de edad. La peli del 87 era para mayores de 18 años, y encima filmada por Verhoeven; solo basta recordar la brutal matanza que sufre Murphy al inicio de la película para entender de lo que hablo; o las acidas críticas a la sociedad. En cambio ahora estamos ante una peli apta para mayores de 13 años, así que olvídense de ser violencia explícita o demasiada critica elaborada.

Digo elaborada, porque por suerte la dejaron. Los palos para las políticas empresariales que solo buscan lucrar en lugar de importarles el factor humano, siguen estando; mientras que la crítica a la sociedad fue reemplazada por una mirada corrosiva hacia el mundo del periodismo y la manipulación de la información. En este sentido, fue un total acierto por parte de los guionistas, si no, hubiéramos estado ante una peli de acción del montón.

Lo otro que salva al film del incendio son los actores. El trio Jackson, Oldman y Keaton sacan la cara en un reparto bastante mediocre. Sabemos que Samuel Jackson no le hace asco a nada y un día lo veremos saliendo en la propaganda de Manaos, pero acá le clavaron un personaje perfecto para su verborragia vocal, haciendo del presentador de un noticiero manipulador de datos y tendencioso (como los de acá). Oldman es quien crea a RoboCop, y es la parte humana de la empresa; en un trabajo bastante medido, uno empatiza con sus opiniones casi de entrada. Mientras que Keaton corre el mismo camino de Jackson, le dieron un personaje para que su histrionismo de resultado, y funciono. El resto del elenco cumple y listo.

Mención aparte para Jose Padilja. Si le tenía un mínimo de fe a esta película, era porque este hombre dirigió las geniales Tropa de Elite 1 y 2. Bueno, bastante pedorro su primera paso en Hollywood. No sé si será porque lo controlaron bastante, o porque de verdad solo le importaba pasar por caja y ya, pero su dirección me pareció penosa. Mención aparte a un tiroteo que es clave en la trama, y donde solo vemos fogonazos y el visor de RoboCop, porque el resto pasa en la oscuridad. LAMENTABLE.

RoboCop muestra las dos caras del remake en una misma película. Por un lado, el intento de hacer algo nuevo sin ir a lo seguro de copiar al original. Pero también muestra una industria del cine yanqui bastante mojigata que no se arriesga a mostrar un brazo desmembrado o criticar demasiad, solo para que el film sea apto para todo público.

Remakes así son los que hacen pensar a uno que para hacer pedorradas como esta, mejor haber invertido la plata en otra cosa.



Un saludo extrañando mi Nokia 1100.



Nota: 4


Jorge Marchisio
Mi face  Yorsh A. Romero

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