Dallas Buyers Club
Nuevamente la curiosidad hacia los films nominados a Mejor Película
me llevo a ver una peli, que de otra forma capaz no hubiera visto, o si, pero viéndola
por ver. Y es que salvo de la postulación a la estatuilla, la presencia del
cada vez más sólido Matthew McConaughey, y que
se tocaba el tema del sida, poco y nada sabía del film. Y linda sorpresa me
lleve.
Ron Woodrood es el típico texano arquetípico: mal hablado,
machista, retrogrado, alcohólico y que vive al día. Su mundo cambia
radicalmente cuando se entera que está enfermo del virus del HIV, y que solo le
quedan treinta días de vida. Luego de la negación inicial, empieza a intentar
por todos los medios alargar su vida, lo cual lo lleva a darse cuenta de la
mafia que hay tras los medicamentos, y lo marginados que están los enfermos de
sida.
Como dije inicialmente, cuando puse la peli sabía que
trataba sobre el sida, así que me espere un film golpe bajista; un dramón épico
de esos que tanto gustan en la Academia, donde se busca la lagrima fácil. ERROR.
Dallas Buyers Club
si es un drama, pero nos muestra algo que pocas películas se arriesgan a
enseñar, y es toda la mafia y los chanchullos que hay entre las corporaciones
que fabrican fármacos, los médicos y los políticos.
Sin contar ningún spoiler, les cuento que el protagonista
cae enfermo ni bien arranca la peli. Ante de la desesperación de tener a la muerte
soplándole en la nuca, termina tirando manotazos de ahogado. Y así es como
llega, tanto el, como la trama a lo que en realidad Jean Marc Valle y sus
guionistas querían contar. Como las grandes empresas se cagan en los pacientes,
incluso recentándole porquerías en lugar de cosas que mejoren su salud, la
empeoran.
Pero no solo se queda en esa denuncia el tema. El film
arranca mostrándonos una doma de toros en Texas, así que imagínense que la mayoría
de los personajes que deambulan en el film, son unos cavernícolas que apenas
saben usar ropa. No hace falta pensar demasiado para entender que la gente que
padece de sida en ese lugar es tratada como los nuevos leprosos; peor aún si
son gays o travestistas. No solo tienen que lidiar con su propia enfermedad, si
no con el rechazo y odio de gente ignorante.
Y lejos de lo que la mayoría ya está pensando, sigo
reafirmando que la película no se basa en golpes bajos, ni en clichés. Y esto
se debe principalmente a sus dos personajes centrales y los actores que lo
interpretan.
Como dije en la sinopsis, por su desesperación Ron termina
conociendo métodos alternos para mantener a raya su enfermedad. Pero como sigue
siendo una persona que piensa con el bolsillo primero, además de poder mejorar
su salud, ve un negocio y de ahí nace el club al que hace mención el título del
film. Pero es esa ansia de dinero lo que también lleva a Ron a familiarizarse
con el mundo de los gays y travestis, y empezar a ver que son también personas
como él.
Caso contrario es el de Rayon (personaje de Jared Leto). A él
ya lo conocemos con su enfermedad, e intenta tener amistad con el en principio
esquivo Ron. Pero cuando la cosa mejora para la comunidad con HIV, muestra su
verdadera naturaleza autodestructiva.
Estos dos personajes están acompañados por una labor actoral
soberbio. Tanto McConaughey como Leto se devoran la película, y las escenas que
comparten entre ellos es un lujo. Lejos de los histrionismos u obviedades,
sobre todo en el personaje de Leto, los dos son totalmente creíbles. Si ambos
ganan los Oscar (Actor Protagónico y de Reparto) es muy merecido.
Dallas Buyers Club
es una gran película que mezcla en maneras iguales y equilibradas el drama de
una persona con sida y como enfrenta su enfermedad, con la denuncia hacia las
empresas de fármacos y los médicos que buscan más llenarse los bolsillos que
curar a la gente.
Para ver y quedarse pensando.
Un saludo usando forro.
Nota: 9
Jorge Marchisio
Mi face Yorsh A. Romero
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