viernes, 24 de mayo de 2013

Cuando mas es menos


Las Series Sin Fin    






Salvo  aquellas personas medio especiales, la gran mayoría de los que miramos cine también consumimos muchas series; sobre todo del país del norte (aunque los últimos años Inglaterra esta ganando mucho terreno).

Entonces estos últimos saben que entramos en la etapa donde la mayoría de las series van llegando al final de sus temporadas y recién hasta octubre o noviembre no volverán.  Más alla de alguna otra excepción, los grandes tanques entran en un párate, y surgen ciclos de prueba, o de verano (yanqui), que no duran mucho. Y es ahora cuando uno hace la reflexión final sobre lo que vimos.

Por todos es sabido que de hace unos cinco años para acá, los ciclos televisivos en USA fueron ganando en calidad. Con mayores presupuestos debido a la demanda, se pudo contratar mejores guionistas, actores e invertir en el apartado técnico de las series. Hasta acá todo lindo, lo malo es cuando los productores no saben cuándo parar.

¿Qué quiero decir con esto? Que debido a la ceguera de algunas cadenas y/o productores en seguir estrujando a la gallina de los huevos de oro y no saberlas terminar a tiempo, muchos empezaron a jugarle en contra a sus propios productos sin saberlo.

Un claro ejemplo de esto es Dexter. Oficialmente va a terminar en su octava temporada que saldrá al aire dentro de unos meses. Pero está claro que el nivel del producto bajo considerablemente después de la quinta temporada. De hecho, con el enorme final que tuvo ese año, nadie se habría quejado si se zanjaba el tema.

Otra serie que adolece que se la alargue tanto es The Big Bang Theory. La propuesta de los nerds fue bien recibida por un público que se sentía identificado, y por aquellos que el patetismo de los personajes les resultaba gracioso. Ahora, ya en su quinto año, todos los personajes masculinos tienen novia y son aceptados socialmente. ¿Qué tiene esto de malo? Que se desdibujo el concepto de la propuesta, ya no son patéticos ni nadie se identifica. Y una tira que era muy graciosa pero que no podría haber durado mucho, por la insistencia en alargarla, termino perdiendo su principal gracia.

Y mejor no enfoquemos la mira en Los Simpson. El dibujo creado Matt Groening debería haber terminado hace una década, pero en lugar de eso acumulo años y bostezos. Si, Los Simpson antes eran chéveres.
Pero no solo la extensión en años es un problema, sino también la duración de cada temporada muchas veces termina jugando en contra de la misma. 

Veamos Castle por ejemplo. Sin buscar ser una obra maestra ni explicar la existencia del hombre, el ciclo protagonizado por el genial Nathan Fillion ya se hizo lugar entre nosotros. Y a pesar de que la propuesta tenga varias cosas positivas, su excesiva duración (ronda los veinticuatro capítulos) por temporada termina haciendo que la mitad de los episodios sean de relleno o del montón, quedando unos pocos en la memoria del espectador.

Entonces ¿Cuál sería la mejor opción? En opinión personal el camino a seguir es el impuesto por HBO en USA o el de los ingleses.

HBO (y ahora AMC) deciden hacer temporadas cortas, de no más de quince capítulos. El mejor ejemplo de esto sería Breaking Bad, que solo va a durar cinco temporadas de doce episodios. Y con eso le basto para ser una de las mejores series de la década.

Mientras los ingleses por otro lado prefieren hacer temporadas muy cortas, de no más de cinco capítulos, extendiendo la duración de estos a más de una hora.

¿Con esto que se logra? No saturar al espectador con un tema que le interesa, pero que a la larga, por querer currar todo lo posible, se lo termina cansando y quemando al propio personaje (si, todos pensamos en Dr. House)

Siempre habrá excepciones como Los Soprano o Friends (aunque quien les escribe la detesta), porque raras veces se da esto. Ahí tenemos el ejemplo de Lost, que hasta sus fans reconocen que le sobraron temporadas.


Un saludo intentando ser más concreto y conciso.


Jorge Marchisio
Mi face Yorsh A. Romero

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. Para mí una serie no debería de ocupar más de 4 temporadas, a no ser que sea excepcionalmente buena, pero sin pasarse nunca.

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    1. Para mi los dos mayore ejemplos de no saber parar y que eso le termina jugando en contra es Dr House y Los Simpson

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