viernes, 13 de septiembre de 2013

El acelerador aun funciona


Rápido y Furioso 6  






La saga de Rápido y Furioso es bastante curiosa si se la analiza. Ya pasaron más de diez años desde la primera entrega, aquella que copiaba descaradamente el esquema argumental de la mítica Punto Limite. Las secuelas fueron sucediéndose y bajando en calidad (la poca que había) hasta que alguna mente detrás del proyecto se dio cuenta que había que cambiar el rumbo. Esta sexta entrega se muestra como confirmación del cambio necesario para seguir choreando.

Luego de los eventos sucedidos en la quinta, ahora Toretto y Brian viven con sus respectivas parejas en unas placenteras vacaciones eternas. Obviamente no van a durar mucho, ya que Hobbs se hace presente, pero esta vez solicitando ayuda al equipo de Toretto. La misión es frenar a un ex militar con aires de megalómano; a cambio el grupo podrá re encontrarse con alguien que todos creían muerta.

Como ya paso en la anterior entrega, esta vez la trama se centra mucho más en la acción, relegando las carreras ilegales a un segundisimo plano (de hecho hay una sola). Si bien aún se mantiene la pasión por los autos y las persecuciones en estos, atrás quedo la época de las picadas callejeras y argumentos barriales.

Si, ese aire a superhéroes que se le imprimió al Toretto team en la pasada peli sigue vigente. Esto no es malo, ya que el tema de correr por amor a la velocidad ya venía bastante quemado, y si se quería segur robando con esta saga, el cambio era necesario.

¿Ahora, el cambio está bien hecho?  Sí y no. Si porque esto muestra una evolución en los personajes; si después de diez años y cinco películas más se seguían mostrando iguales, algo andaba bastante mal en lo relacionado a la evolución de los mismos. Y no, porque causa bastante gracia ver como soldados y equipos de elite de USA tienen que recurrir a ladrones y pisteros para detener a malos malísimos.

Pero si de algo no se preocupan estas películas es de la lógica. Ya sea argumentales como las reales. El detonante es una excusa para ver al equipo de pisteros corriendo en autos ultimo modelos y hacerlos mierda; o como ahora se impuso en la saga, disparando y peleando contra todo el mundo.

Las cosas ilógicas reales que digo, ósea, las fumadas, son la marca registrada de la casa. La ley de la física se aplica según convenga (y ni hablemos de la pista de aterrizaje del tamaño de la cancha de Los Supercampeones).

Actoralmente todos están correctos. Cada actor se sabe el papel de memoria así que no habrá sorpresas, salvo ver a The Rock que vuelve a destacarse por sobre el resto. Mención aparte para Luke Evans y Gina Carano, en dos personajes bastante pedorros, siendo el de Evans el peor villano de la saga desde el de la segunda entrega.

Para ir cerrando, estamos ante la sexta entrega de un ciclo de pelis que por ahora parece no tener un fin en el horizonte. Con una séptima ya confirmada, habrá que ver cómo le va en taquilla para saber si saldrá una ocho o no.

Sabiendo esto, nadie debería sorprenderse por las fumadas del guion y cosas que pasan en pantalla, porque si vieron hasta la sexta parte, es que se vieron las anteriores y saben de lo que hablo.

Rápido y Furioso 6 entonces consolida lo visto en la quinta, y se muestra como una película entretenida sin ninguna pretensión más que la de hacer pasar al espectador un buen rato viendo autos, culos, tiros y peleas. Y lo consigue.



Un saludo acelerando antes de poner primera.



Nota: 6



Jorge Marchisio
Mi face Yorsh A. Romero

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