viernes, 11 de octubre de 2013

Instinto de supervivencia


Gravedad







Por un ya casi lejano 06 salió a la luz una de las mejores películas que vio la década del 00, estoy hablando de Niños del Hombre, de Alfonso Cuaron. Varios quedamos con el culo torcido al ver una película con un tono tan pesimista pero esperanzador, y ni hablar de esos continuos planos secuencias magníficos. Luego de una larga espera, el mexicano estreno su nueva película.

Ryan Stone y Matt Kowalski son dos astronautas pertenecientes a un equipo que está reparando el telescopio espacial Hubble. Todo va según la rutina hasta que son informados que a miles de kilómetros una estación espacial rusa exploto, y los fragmentos entraron en orbita, desatando una reacción en cadena destructiva. Ahora los astronautas deben luchar contra el tiempo, la falta de gravedad y oxígeno para ponerse a salvo y regresar a la Tierra.

La trama es simple como el funcionamiento de un reloj de arena. Hay una catástrofe inesperada que establece un contrarreloj y los protagonistas tienen que apurarse si quieren volver al planeta. Tan sencillo pero efectivo como eso.

Porque apoyándose en una historia sin vueltas de tuercas innecesarias, esta todo el apartado técnico y visual que se devora la película.

Cuesta elegir por dónde empezar, así que vamos por lo que es marca de la casa, los planos secuencias. La película arranca con uno de ellos, que prácticamente se mea en todo lo visto en el resto del año. Sin buscar la espectacularidad, la cámara flota en el espacio mostrándonos la rutina de los astronautas, con la Tierra como silenciosa espectadora de fondo. Solo eso basta para demostrar lo nada que es el humano en el espacio, una especie de claustrofobia en la inmensidad de la nada misma.

A los planos secuencias se le suma el orgánico movimiento de la cámara, como si fuéramos un astronauta más acompañando a los personajes. Pero cuando los planos se cierran, metiéndose dentro de la escafandra, también somos testigos del aterrador espectáculo que están padeciendo los protagonistas.

Porque eso es lo que transmite el fin durante sus escasos y acertados noventa minutos: TERROR. Luego de sentir que estamos inmersos en el espacio, es cuando empieza a suceder el caos, y sufrimos al lado de Bullock y Clooney. El ver la Tierra reflejada en el casco del traje espacial, tan cercana y a la vez tan imposible de llegar, y los ojos de desesperación de ambos actores hace que uno realmente la pase mal en el cine.

A esto hay que sumarle que debe ser una de las pocas películas de la historia en la que de verdad se aprovecha el 3D. El efecto vendehumista que esta tan de moda esta aprovechado al máximo. Usando inteligentemente la profundidad de campo (ósea, todo lo que está de fondo, detrás de los protagonistas), y combinándolo con el 3D, ya se pueden imaginar objetos flotando en gravedad cero mientras los actores principales luchan por sus vidas.

Párrafo aparte para el dúo principal. George Clooney cumple bien, aunque sale poco y prácticamente hace de sí mismo; pero quien de verdad se come la película es Sandra Bullock. Si, leyeron bien, la Bullock, una actriz mierdosa si las hay, se marca el papel de su carrera como la doctora Stone. Primero porque se carga la peli a sus espaldas estando sola en la mayoría del metraje, y segundo, porque de verdad actúa bien, sus expresiones, pero en especial, su mirada, muestra la desesperación real que debe sentir alguien que vive lo que ella está padeciendo.

Alfonso Cuaron vuelve a mostrar que pese a tener pocas pelis, es un director de la puta madre. Y acá se luce de genio, ya que hay cosas que de verdad me es imposible pensar que todo fuera solo cgi y no incluyera efectos tradicionales.

El buen uso de sus amados planos secuencias, la forma de generar ingravidez, la forma de usar el fuera y la profundidad de campo y el magistral aprovechamiento del 3D hace que si no lo nominan a mejor director en los próximos Oscar, sea un papelón.

Gravedad se postula por mérito propio como la mejor película del año y por diferencia. Si son sensibles o de tensionarse rápido, la van a pasar muy mal (en el buen sentido)  viéndola en el cine. 

Si la ven, es obligatorio verla en 3D, así pueden disfrutar a pleno de la mejor película del año. O quizás de la década.



Un saludo solo en la inmensidad del espacio.


Nota: 10


Jorge Marchisio
Mi face  Yorsh A. Romero
 

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