martes, 1 de octubre de 2013

Larga vida al rey


Breaking Bad   






Luego del despropósito que fue el final de Dexter, todos los fans de las series depositamos nuestra fe en el final, una semana después, de Breaking Bad. La cosa venia de puta madre, pero el temor a un cierre indigno para lo que representaba la tira estaba presente. Pero esta vez, la cosa salió como todos queríamos.

LA SIGUIENTE NOTA CONTIENE SPOILERS SOBRE LA ULTIMA TEMPORADA Y EL CAPITULO FINAL

Luego de la muerte de Hank a mano de la familia nazi de Todd, Walter termina de asumir su rol de Heisenberg y escapa de la DEA. Pero todos sabemos cómo es el chef y tras ver una nota de sus ex amigos Gretchen y Elliot donde hablan mal de él, Walt decide volver a la acción. Despues de amenazarlos para que le den el resto de su dinero con alguna excusa a Walt Jr, Mr. White pone en marcha su plan final: asesinar a los nazis y de paso rescatar a Jesse.

Todo estaba preparado para el final desde hace un par de capítulos. La mayoría que tuviera dos dedos de frente suponía que el enfrentamiento final de Walter seria contra la banda liderada por Jack.

Así es como esos dos famosos flashforward que se vieron (uno a principio de temporada y otro cuando se la retomo este año) cobran sentido. Walter sale de su exilio para un último enfrentamiento contra quienes asesinaron a su cuñado y le robaron el dinero que tanto esfuerzo y muertes le costó.

En el camino para esta batalla final, el fino límite que aun separaban a WW de Heisenberg termina de desaparecer. Y eso se nota en toda la secuencia de su reencuentro con Skyler. En este tramo se da uno de los hechos más importantes de la serie, donde Walter reconoce que todos sus actos no fueron por su familia, si no por él, porque le gustaba y se sentía vivo. Es por esto que a modo de recompensa amarga puede ver a su hija y a Flynn a lo lejos.

Y es ahí cuando su plan final se pone en marcha. Primero encontrándose con Lydia y Todd, mostrándose en un estado deplorable y por primera vez, dejándose ver débil ante los demás. Esta humillación pública le vale su tan deseado encuentro cara a cara con Jack.

Walter/Heisenberg demuestra que si era la mente criminal que se supone que es, y una vez que es tomado prisionero por los nazis, y con Jesse a su alcance, activa una ametralladora giratoria de su fabricación para dar pie a su masacre final mientras él y su amigo/aprendiz están tirados en el piso cubriéndose.

Todos mueren, Jesse cobra su venganza asesinando a Todd con las cadenas que lo tuvieron cautivo todo este tiempo, y Walter es herido de bala por su propio invento. Un último dialogo entre los dos, donde WW por fin le dice algo para no manipular a Jesse, pero este en lugar de matarlo se va, su conciencia no puede sostener otra muerte; una mirada final de ambos, un simple gesto de asentimiento dejando las cosas en paz y Jesse escapa en auto, libre al fin del espiral de violencia y muerte que lo absorbió.

En el medio una última charla telefónica. Lydia llama a Todd pero contesta Walt, confesándole que le metió la ricina en su té de manzanilla. Su metanfetamina azul ya no tiene fabricantes, morirá con él.

Y Walter se mete en la fábrica de metanfetaminas, esa que tanto dolor y placer le dio, lastimado de muerte se re encuentra con sus juguetes, y muere, herido por sí mismo. Finalmente Walter mato a todos los monstruos con los que se cruzó o creo, incluido sí mismo. La policía llega, el cuerpo de Walter esta tirado en el piso mientras comienza a sonar Baby Blue. FINAL PERFECTO.

Y así termina Breaking Bad, una serie que surgió hace seis años, con apenas seis capítulos y que nos proponía ver el ascenso criminal y descenso moral de un hombre al que la vida jamás le había hecho un guiño y por eso tenía que tomar las riendas de su destino.

Vince Gillian supo crear una historia in crescendo que fue mejorando temporada a temporada, hasta tenernos a todos en vilo para saber el final. Final que para algunos quejosos no tuvo sorpresas, pero que su acierto es ese, no haber querido ser original y forzar giros innecesaris. Pero principalmente, también tuvo la lucidez necesaria para saberla terminar a tiempo, en el punto más alto de popularidad y calidad, sin estirar el chicle innecesariamente, ni quemar a uno de los personajes que quedara en la historia de las series.

Porque eso merece Walter White. La enorme creación de Bryan Cranston ya vive con los grandes, y no es para menos. Supo crear un personaje con el que sentimos empatía, pero que se fue haciendo más repudiable y asqueroso a lo largo de los años; y quizás por eso a todos nos gustó tanto su Walter y BB, porque en el fondo, todos tenemos un monstruo así.



Un saludo aun aplaudiendo de pie.



Nota de la serie: 10
Nota de la temporada: 10



Jorge Marchisio
Mi face Yorsh A. Romero
 

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