Ataque a la Casa Blanca
El prejuicio que se tiene ante pelis donde elementos patrióticos
yankis se ven en peligro es bastante. Si bien a veces pueden llegar a rozar lo ridículo
en ese tema, lo cierto es que Hollywood es su industria del cine y por esa sola
razón tienen derecho a hacer lo que se les canta el culo. Distinto es que
nosotros con nuestro cine nacional no hagamos pelis con sentido patrio, y si se
insista en los mismo temas una y otra vez. Si uno logra entender eso, y hacer
la vista a un lado, estará de acuerdo conmigo que esta peli es lo de lo mejor
en lo que se refiere al género de acción de este año.
Luego de un desafortunado accidente, Mike se retira del
servicio secreto para ejercer en el en el departamento de Bolsa, pero siempre
en contacto con sus ex compañeros. Lo que parece ser un día más de su nueva
rutina, termina con un ataque terrorista a la Casa Blanca, con todos sus amigos
muertos y el presidente secuestrado. Mientras intenta ayudar a sus antiguos
colegas, queda atrapado dentro del patriótico edificio, siendo la única esperanza
de detener el asalto, y a la vez, redimirse a sí mismo.
Como verán, la historia se presta para el patriotismo desenfrenado.
Aunque a pesar de todo podría haber sido mucho peor, pero más allá de algún discurso
sobre el increíble valor de los yanquis, bien podría situarse en cualquier país
del mundo.
Y es que a muchos les puede parecer exagerada la facilidad
con la que los coreanos (los villanos de turno) se hacen con el control del
edificio. Pero al menos a mí, después de los atentados del 01 no me sorprendería
que un grupo bien coordinado pueda dar un golpe similar.
Además el buen pulso de Antoine Fuqua rápidamente toma
protagonismo en pantalla. Primero por mostrar una violencia explícita pero sin
regodearse en mostrar sangre o quebraduras expuestas, sino más bien en
retratarla perfectamente para el deleite del espectador. Y su otro acierto es
el de saber filmar y sacarle provecho al escenario. Todos sabemos que la Casa
Blanca es un laberinto de pasillos y pasajes secretos, cosas que tanto el
protagonista como los malos recorren para tirotearse.
La historia simple y efectiva ayuda en el dinamismo, ya que
intercala tiroteos con escenas de los personajes intentado averiguar que carajo
pasa, ya sea de los pocos políticos fueras del edificio, como Mike dentro en
plena tortura para obtener información.
Quizás el mayor logro de la película se da en copiar al cine
de acción de los 80, en principal a Duro
de Matar, la original. Ya desde la historia se nota las similitudes con la
primera entrega de la saga de John McClane; así que es principalmente a sus
fans a quienes les recomiendo la peli.
La tercera pata, la de las actuaciones, también cumple. El espartano
Gerard Butler sin ser demasiado exigido cumple en su rol protagónico de
cargarse la peli a sus espaldas. Si bien hay tremendos actores como
secundarios, ninguno tiene suficiente tiempo en pantalla como para hacer mucho,
y sus personajes son más cliché que otra cosa.
Ataque a la Casa
Blanca es uno de esos productos que se presentan sin muchas pretensiones
(ya al ver el poster habría que desecharlas) más que la de entretener al
espectador.
En ese sentido, es toda una orgia de tiros, explosiones y
extras muertos. Ósea, lo que todo macho arcaico quiere ver.
Un saludo recargando las armas.
Nota: 7
Jorge Marchisio
Mi face
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