viernes, 31 de octubre de 2014

Aprendiendo a ser padre


Hellion 







Después del mega éxito de Breaking Bad, todos sus seguidores estamos atentos a ver en que nuevos proyectos se van a meter Bryan Cranston (por el fue que me fume Godzilla) y Aaron Paul (que por el vi Need For Speed). Ahora es el turno de este segundo que gracias a él me decidí a ver esta peli sin saber nada, pero por suerte ahora si valió la pena el piletazo.


Hollis Wilson es un padre viudo de dos chicos. Es el prototipo de redneck, que vive medio en pedo, descuidando a sus hijos y auto compadeciéndose de lo que le paso. Uno de los chicos, el mayor, Jacob, este camino a descarrilarse totalmente ya que vive cometiendo actos de vandalismo e ignorando a las autoridades. Esto no sería problema salvo que está llevando a su pequeño hermano, Wes, al mismo camino de auto destrucción que el recorre.


No esperen una gran producción ni nada de eso. Estamos ante la clásica peli independiente hecha con poca plata, un par de caras semi conocidas y locaciones al aire libre para aprovechar el paisaje.


Si, seguramente la mayoría va a dejar de leer la crítica o se le fueron las ganas de ver la película porque el tufo a cine indi prefabricado se huele a la distancia, pero créanme, vale la pena verla.


No porque Aaron Paul entregue una actuación sobre saliente, lo mismo que la poco usada Juliette Lewis, si no que el tema en si es bastante interesante, porque no lo vemos desde el punto de vista del padre, si no desde el hijo.


A lo largo del film nos van dando información de que la madre de familia murió hace no mucho y el padre jamás lo supero, por lo que casi en todas sus apariciones lo vemos cerveza en mano, con la casa hecha un caos, todo sucio, y sin representar una figura  paterna para sus hijos más que darle ordenes gritando.


A esto hay que sumarle las amistades de Jacob, todos chicos provenientes de familias que se están desintegrando y dejando de lado lo que debería ser lo mas importante en un hogar, osea, los mismos chicos.


Acá es cuando la peli hace una interesante lectura. Si, Jacob y sus amigos hacen maldades y dan ganas de que alguien los cague a palos. Pero al ver los diálogos que tiene el pequeño grupo de jóvenes entre sí, vemos que esa ira interna, esa sed de auto destrucción y llamar la atención de mal forma, viene de las figuras que deberían darle otros ejemplos. De acá se desprende una secuencia final que más de una peli con más presupuesto quisiera tener, y que si se vio la película atentamente, es totalmente posible que pase.


A remarcar también el trabajo de Josh Wiggins como Jacob. El debutante actor se come la peli, eclipsando a  los ya nombrados Paul y Lewis. Y es que de verdad dan ganas de que alguien lo ubique a golpes al pendejo, pero cuando tiene momentos (pocos) de buen comportamiento, empalizamos con el instantáneamente. Habrá que seguirle la carrera.


De todas formas la peli no es redonda. Durante gran parte del film (que es bastante corto), se hace hincapié en que Jacob ama las motos y quiere entrar al mundo del motociclismo profesional. Pero cuando parece que el tema cobrara importancia, se lo desecha rápidamente siguiendo con la historia, como si fuera algo menor.


Hellion es de esas pelis que tiene carne para que en un año al veamos en I SAT promocionada. Aunque en su totalidad no sobre sale bastante, vale la pena mirarla por el tema que comente tanto un par de párrafos mas arriba.



Un saludo enojado con la vida.





Nota: 6





Jorge Marchisio
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario