Spartacus: War of Damned
Y llego el final de nuestra querida serie Spartacus. La serie de producción
inglesa supo hacerse con una buena legión de seguidores a nivel mundial, que
pese a saber cómo iba a terminar la historia, siguió la trama hasta el final. Y
creo que nos merecíamos un mejor desenlace.
Recordemos como arranco la temporada. Spartacus por fin
logra de derrotar a su eterno enemigo, el Pretor Glaber y a sus tropas. El
Senado de Roma no tarda en reaccionar y nombra a Marco Crassus, con Julio
Cesar, como Imperator y mano derecha de tal para que le den fin a la rebelión
de Spartacus. Con el tracio siendo acorralado contra las montañas, solo queda
una única opción, la batalla final.
Antes de empezar a analizar esta temporada final, hay que
recordar que la serie fue cancelada, ya que se suponía que iba a durar esta
temporada y una más. Pero la baja en audiencia y el enorme costo de producción
hizo tomar la decisión a la cadena de cortar por lo obvio.
Y mi pregunta es, si se tenía la certeza de que será la
temporada final ¿Por qué no se tiro toda la carne al asador? Hace unos meses
tuvimos un caso similar de una serie que sabía que tenía los días contados y
sin embargo hizo todo lo posible (y lo logro) para irse con la cabeza en alto.
Estoy hablando de Fringe.
Primero que nada se notó que la historia no daba para más, y
la serie estaba pidiendo a gritos terminar. Me cuesta imaginar una temporada más
alargando la historia innecesariamente. Y es que cualquiera que sepa algo de historia
sabía que al final Spartacus moría luego de huir del centro de Roma.
Pero además del gusto a chicle estirado que dejo la serie,
se cometieron errores conceptuales básicos. Uno de ellos con el tándem de
villanos.
Ya sin Glaber, Ilithya y Ashur (trio de enemigos de la
temporada pasada) se necesitaba introducir nuevos malos maloso; en esta ocasión
fueron Crassus, Julio Cesar y Tiberius. Más alla del nulo carisma de Marco
Crassus, se cayó un error básico con estos personajes, algo que ya se vio hace
poco en The Walking Dead. Y es que
uno nunca podrá tomarle odio a un personaje si tardan más de media temporada en
cruzarlo y ponerlo frente al protagonista; por mas maldades que haga, si no hay
un enfrentamiento directo de fuerzas, poca rabia se le puede tomar. Además que
irónicamente, el más carismático de los tres era Julio Cesar, y por más que lo
pongan en situaciones comprometidas, uno sabía que no iba a morir porque
posteriormente terminaría como Emperador de Roma.
A esto hay que sumarle la falta de momentos épicos de la
serie. Y es que siendo concretos, no fue una temporada MALA, pero al ver lo
brillante que fueron los tres ciclos anteriores, esto nos dejó con gusto a
poco. Solo hay que remitirse a los episodios finales para encontrar epicidad,
mientras que anteriormente esto se daba casi capítulo de por medio.
Vuelvo a decir, no pienso que sea un final de serie malo,
pero si desabrido. Queda la sensación de que este tramo final fue hecho en
piloto automático para sacarse el trámite de encima. Algo que ni el personaje
(el real y el ficticio) no se merecían.
Así se nos va para siempre la primera serie importante del
año (y en lo personal, la segunda en poco tiempo contando a Fringe). Si uno se queja es de lleno ya
que las primeras dos temporadas fueron brutales, poniendo a Spartacus en el bastión
de “series de visión obligatoria”.
Algo que muchas otras intentaron hacer de entrada y quedaron
muy lejos.
Un saludo convirtiéndome en mito.
Nota a la temporada:
6
Nota a la serie: 9
Nota a la serie: 9
Jorge Marchisio
Mi Face Yorsh A: Romero
Mi Face Yorsh A: Romero
No hay comentarios:
Publicar un comentario