La Sospecha
Ya a esta altura del año, en donde uno empieza a hacer los
balances de lo visto, va bajando la persiana a sabiendas que salvo algún tanque
(como El Hobbit), pocas pelis quedan
por verse que a uno lo puedan sorprender. Quizás sea por eso que cuando se
estreno La Sospecha, a varios nos
agarro desprevenidos y nos voló la peluca. No por nada muchos estamos de
acuerdo con que es el mejor thriller del año.
Los Dover y los Birch son una pareja amiga de vecinos que
pasa un domingo mas reunidos. Todo marcha como siempre hasta que Keller Dover
se da cuenta que hace rato no escucha nada de su hija. Ambas familias entran en
pánico al ver como sus dos pequeñas han desaparecido, junto con una caravana
que se encontraba en la calle. Mientras el detective Loki lleva el caso
correctamente, pero de forma lenta para las dos familias, Keller descarga toda
su furia y sospechas contra el único sospechoso, un chico con retraso mental.
Estamos ante un film incomodo, tanto por el tema que toca, y
porque su trama busca molestar al espectador. Así que si usted es un Ned
Flandders en potencia, y no salió espantado por el nombre del blog, esta NO es
su película.
¿Por qué digo que no es una película fácil de digerir?
Primero por la historia en sí. Casi cualquier historia policial no nos afecta,
porque estamos acostumbrados a que al realidad sea peor; pero cuando se
involucran chicos en el medio, a todos nos salta el instinto protector de
adentro.
Y esto es clave a la hora de ver el film, porque eso es lo
que le pasa a Jackman. Sin ser padre, sé que cualquier persona con un mínimo de
sangre en las venas, reaccionaria de forma casi animal si le secuestran a sus
hijas; y más aún, si nota que la policía (como suele pasar) se pone del lado de
los sospechosos. Por eso es totalmente entendible y justificable lo que hace
Keller a medida que los días de desaparición pasa.
También es interesante ver cómo reaccionan los demás
personajes, ya que están todos los posibles papeles ante este hecho. La madre
que recurre a los fármacos y se la pasa llorando, mientras que la otra pareja
se mantiene de forma pasiva esperando que la policía solucione todo.
De todas formas, más allá de la historia en sí, que es muy
buena, son las actuaciones. En esta clase de películas tenemos que creernos
todo lo que los personajes hacen para poder empatizar o no con ellos.
Quien se lleva TODAS las palmas, y debe ser nominado en los
próximos Oscar, es Hugh Jackman. El australiano vuelve a demostrar que hace
tiempo es algo más que Wolverine y acá se pone el peso de toda la película
encima. Todos sus gestos, y sus reacciones violentas son creíbles, pero por
sobre todo, son entendibles.
A destacar también los papeles de Gyllenghaal como el
detective Loki (si, juro que se llama así). En especial porque su cara de gil
ayuda bastante a transmitir esa especie de constante apatía que tiene su
personaje pese a ser bueno en lo que hace; eso sí, el tema del pestañeo está
bastante al pedo. También destaco a Paul Dano como el joven con retraso, pese a
que su papel es bastante chico, el actor logra plasmar los problemas mentales
de una persona sin caer en el cliché.
Quizás lo peor de la película sea su excesiva duración, que
casi llega a las dos horas y media. Demasiado para un policial, que por lo
general mientras más cortos y efectivos sean, más puntos suman.
Eso y en especial los últimos veinte minutos, donde los
guionistas por pasarse de inteligentes, llenaron el final de giros y contra
giros que solo logran molestar al espectador.
Prisoners (nombre
original de la peli) se pone como el mejor thriller del año. Pese a tener
algunas falencias, la gran historia en su primera parte, y un trabajo actoral
de la re pt madre, hace que lo bueno supere a lo malo.
Un saludo buscando a alguien
Nota: 9
Jorge Marchisio
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