viernes, 27 de diciembre de 2013

Lo que importa es lo de adentro


Don Jon  





Siempre es interesante ver a actores debutar como directores. Por lo general, pese a mantenerse en los géneros que hacían actuando, vemos que inquietudes o temas les gusta tocar a la hora de ser ellos los responsables de la película. Ahora el que se desvirga en la dirección es Joseph Gordon Levitt, quien se inicia con una simpática peli sobre el amor y la imagen que vendemos y compramos.

Jon lleva la vida que la mayoría de los solteros amarían tener. Vive solo, tiene una familia que lo quiere, tiene un cuerpo perfecto y es infalible a la hora de levantarse chicas en los boliches; y es adicto al porno. Su rutinaria vida se ve afectada cuando conoce a Barbara, una infernal mujer con la que empezara a tener una relación, y quien lo obligara a cambiar sus hábitos.

Esta es una película que retrata de forma bastante acertada, el comportamiento de la gente que ronda los treinta años en la actualidad. De hecho estoy seguro que más de alguno/a se sentirá identificado con alguna característica de los personajes principales.

Como dije, Jon es un soltero empedernido, que solo vive para su cuerpo, su familia, expiar las culpas en la iglesia y levantarse minas. Eso y pajearse mientras ve porno varias veces al día. Su alienación es tal que más de una vez dice que prefiere el porno antes que el sexo real.

Uno diría que estando con la Johanson, ya el tema autosatisfacción quedaría a un lado, pero no. Primero porque Jon es un pajero con todas las letras, pero principalmente, porque el mensaje del film es que todo lo que brilla no es oro.

Si, esta es la peli donde más perra se la ve a la Johanson, pero a la vez es donde está más insoportable. Además de que se la pasa masticando chicle y arreglándose el pelo, ella también ws adicta, a las películas de amor cursis para adolescentes. Eso y que tiene una de las peores características que puede tener una mujer: la de conocer a un hombre de x forma, y querer cambiarlo y moldearlo hasta que sea lo que a ella le gusta.

Ahí es cuando aparece el conflicto del film. La pornografía chocará de frente contra el puritanismo naif de Barbara y Jon debe decidir que prefiere. Además que es cuando conoce a cierta compañera de universidad, que será quien le haga ver que la vida es algo más que redtube y matarse en un gimnasio.

Si bien la trama tiene todos esos planteamientos a favor, tiene más de una cosa en contra. Y no porque sean malas, sino porque están al pedo.

Principalmente esto pasa con lo referente a la familia de Jon. Además de estar metida con vaselina, es cliché puro. Partiendo de la base que sabemos que son italoamericanos, constantemente los vemos comiendo pasta, al padre de familia con musculosa ajustada viendo partidos en la tv, la madre negadora y su sueño de tener miles de nietos y la hermana menor, autista siempre con el celular en la mano. Solo están puestos ahí para que le digan a Jon la revelación que el espectador ve venir quince minutos antes.

Porque pese a que el planteamiento original de la película está bueno y se entiende, es HIPER previsible. Uno a medida que van apareciendo personajes ya sabe que va a pasar con cada uno y como va a terminar la trama principal.

Al guion plano que escribió Levitt, hay que sumarle su dirección sin personalidad. No digo que este mal filmada, o que use planos en modo parkinson, pero es que la peli la podría haber filmado yo, mi tía o cualquiera que daba igual. Una realización muy genérica que no nos muestra alguna característica que quiera tener Levitt.

Don Jon es una entretenida película, con un mensaje bien definido, y sobretodo, interesante en su contenido.

Como opera prima funciona, aunque deja una enorme sensación de “quiero y no sé cómo”. El beneficio de la duda para su próxima película como realizador, Levitt ya lo tiene ganado.



Un saludo levantando pesas y minitas.



Nota: 6



Jorge Marchisio
Mi face Yorsh A. Romero
 

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